El GNP Major de México no es sólo el último Major del año: es un evento que concentra puntos decisivos, premios económicos altísimos, movimientos tácticos y detalles logísticos que pocas veces salen a la luz. Acá va toda la información clave para entender por qué este torneo es uno de los más importantes de la temporada.
Con el torneo avanzando y el clima de Acapulco dejando su sello habitual, repasamos todo lo que hay que saber para entender este Major de México como un experto: quién pelea por el Nº1, cuánto dinero se mueve, qué pelota se usa, por qué Acapulco es la capital histórica del pádel y qué jugadores se juegan la vida por entrar a las Finals.
Coello–Tapia, a un paso de coronar el año como número 1
La batalla por el trono del pádel mundial entra en su capítulo decisivo en Acapulco, y Arturo Coello y Agustín Tapia llegan con una ecuación tan sencilla como monumental: si conquistan el título Major de México, asegurarán matemáticamente el Nº1 del ranking anual. No necesitan depender de otros resultados. Sólo de ellos.
La dupla hispano-argentina arriba con un historial que explica su dominio: Coello suma 8 títulos Major en su carrera, mientras que Tapia acumula 7, números que consolidan a ambos entre los jugadores más determinantes de la era Premier Padel. El cuadro, además, les ha dado un guiño inesperado: el walkover en 32avos por la retirada de Oria–García les permitió evitar el debut y llegar más frescos que el resto de los aspirantes al título.
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Sin embargo, nada está cerrado. La presión del liderazgo se siente y, al acecho, aparece la única pareja que aún puede desafiarlos: Chingotto–Galán. El argentino y el madrileño necesitan una combinación compleja pero posible: alcanzar la final en Acapulco y esperar que Coello–Tapia caigan antes del partido decisivo. Solo así podrían estirar la definición hasta las Qatar Airways Premier Padel Finals de Barcelona.
Triay–Brea: el Nº1 femenino también se juega en Acapulco
Mientras el cuadro masculino acapara miradas, el circuito femenino vive una definición igual de intensa. Gemma Triay y Delfi Brea llegan a Acapulco con la posibilidad real y concreta de cerrar el año como número 1 del mundo. La ecuación es directa: si levantan el título del último Major de 2025, nadie podrá alcanzarlas.
Los números respaldan su candidatura. Triay acumula 5 Majors en su carrera, una cifra que la coloca entre las jugadoras más exitosas de la última década. Brea, con 3 Majors, atraviesa su mejor temporada y se ha consolidado como una de las figuras que más ha evolucionado en el circuito. Juntas han construido una pareja que combina madurez, agresividad y un nivel de consistencia que pocas duplas han podido igualar durante el año.
Pero el liderato no está completamente asegurado. Ariana Sánchez y Paula Josemaría continúan al acecho. Si Triay–Brea fallan en Acapulco, incluso en rondas avanzadas, la definición podría trasladarse a los torneos de cierre de temporada, donde cada punto valdrá oro y cualquier tropiezo cambiará el mapa del ranking.
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Cuánto ganan realmente los jugadores en el Major de México
El GNP Mexico Major no solo define rankings: también mueve una de las bolsas económicas más importantes de todo el circuito Premier Padel. Y este año, la cifra volvió a sacudir el mercado. Según la información oficial del torneo, Acapulco reparte 807.900 euros, consolidándose como uno de los eventos mejor remunerados de la temporada, apenas un escalón por debajo de las Finals de Barcelona.
En los Majors, el premio se divide por cuadros —masculino y femenino— siguiendo la estructura establecida por el reglamento internacional. Cada cuadro distribuye aproximadamente 525.000 euros, un monto que hace menos de cinco años era impensado para el pádel profesional.
Premios por jugador 2025
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Campeones: ~ 47.250 € por jugador
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Finalistas: ~ 23.625 €
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Semifinalistas: ~ 13.125 €
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Cuartos de final: ~ 8.531 €
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Octavos / 16avos / 32avos: cifras descendentes entre 1.200 € y 4.500 €
En comparación, el campeón de un único Major gana más que toda la temporada completa del pádel profesional en 2018 o 2019.
Y no solo eso: en la actualidad, los Majors representan más del 30% del ingreso anual deportivo de un jugador del top-8, lo que explica por qué cada punto en Acapulco vale tanto como un cheque.
Lo que nadie te cuenta: cuál es el costo operativo de un Major
Detrás del brillo de los jugadores y la atmósfera vibrante de Acapulco existe una maquinaria gigantesca que hace posible el último Major del año. Un operativo que pocas veces se cuenta y que convierte al Arena GNP Seguros en una ciudad deportiva que funciona durante siete días sin margen de error.
Según cifras de la organización, montar un Major exige una inversión cercana a los 1,3 millones de dólares. El presupuesto engloba todo: construcción de pistas, logística interna, personal técnico, seguridad, transporte, servicios médicos, producción televisiva y equipamiento de primer nivel. Es una escala que coloca al pádel en estándares propios de circuitos globales consolidados.
La transmisión internacional —clave para el crecimiento del circuito— requiere hasta 30 cámaras por partido, además de grúas, steadycam, cámaras aéreas y un equipo de realización que trabaja en turnos extendidos. Toda esta infraestructura se coordina desde un control central que funciona 24 horas para garantizar que cada punto llegue en alta definición a más de 180 países.
Uno de los datos más impactantes es la rapidez del montaje: las pistas desmontables se instalan en menos de 96 horas, un proceso milimétrico que involucra a más de 120 operarios especializados trabajando en simultáneo. Cada panel, cada vidrio y cada estructura metálica se ajusta como si fuera una obra de ingeniería quirúrgica.
El público ve el resultado final: luces, música, espectáculo y deporte de élite. Pero detrás del Major hay una estructura colosal cuyo objetivo es uno solo: que el pádel pueda mostrar su mejor versión en uno de los escenarios más emblemáticos del planeta.
La pelota del Major: cómo el clima de Acapulco condiciona el juego en el Premier Padel
El Major de Acapulco no solo se define por el talento dentro de la pista: el clima costero es un protagonista silencioso que altera por completo el comportamiento de la pelota. Para este torneo, la organización permite alternar entre dos modelos homologados para México —Bullpadel Premium Pro y Head Pro—, una decisión que responde justamente a cómo el calor y la humedad inciden en cada partido.
Un clima que modifica todo
En Acapulco, las temperaturas altas aceleran el juego: la pelota viaja más rápida, pica más alto y favorece los remates. A esto se suma una humedad que “pega” la pelota al cristal y genera rebotes todavía más impredecibles. El efecto combinado obliga a los jugadores a ajustar constantemente la lectura de cada punto.
El desgaste del material también se multiplica. Técnicos del torneo explican que cada cancha puede consumir más de 40 tubos de pelotas por día, una cifra muy por encima de la media habitual. En jornadas de calor extremo, el recambio se adelanta a cada 5 o 6 juegos, dejando atrás el estándar de 7 a 9 que rige en circuitos internacionales.
Los que salen beneficiados
Estas condiciones favorecen claramente a los jugadores de potencia: nombres como Coello, Tapia, Augsburger o Stupaczuk encuentran en el aire caliente un aliado perfecto para su juego vertical y explosivo. En cambio, quienes basan su estrategia en el control fino, la precisión quirúrgica y los puntos largos suelen sentir más la incomodidad del clima.
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