Hemos pasado del recogimiento a lo Semana Santa de la pandemia al jolgorio de la Feria de Abril en fase 2. Ha llegado el veranito y se presentan unas vacaciones con ganas de movimiento. Para eso hemos querido hacer un repaso de los mejores destinos para unas pádel holidays como Dios manda. Para todos aquellos que sigáis las directrices patrióticas de quedarnos en nuestro país e incentivar la economía española sin duda el sur es un destino top. En Cádiz, concretamente en Sancti Petri encontrareis el Iberostar Novo Sancti Petri. Un rincón de lujo con las mejores comodidades para disfrutar del buen clima y, sobre todo, del pádel y del tenis. Los amantes de la pala tienen un acierto asegurado por el combo que significa clima, gastronomía y deporte de raqueta.

A 1200 kilómetros al norte, exactamente en Viladrau, provincia de Girona ubicamos un reducto de paz y pádel. Se llama Hostal La Guineu y además de un restaurante exquisito de brasa nos topamos con un recinto entre montañas. Contiene una piscina que simula una playa natural y tres pistas de pádel de última tecnología como tres soles. Incluso en temporada alta los precios son muy asequibles y es destino ideal para desconectar con la familia.

A Quinta Da Auga, espectacular Hotel Chateaux en Santiago de Compostela con un spa de cinco estrellas. Y pista de pádel, claro está. Si eres de los que les gusta pasar el verano tapándose con una colcha por las noches, este es tu lugar. Ni qué decir de la comida aquí, paraje regado con buen vino y mejor marisco. Galicia es un must have para el gourmet padelero. Entre partido y spa puedes aprovechar para una visita cultural a la catedral más peregrinada desde el tiempo de los romanos.

¿Os acordáis de Curro yéndose al Caribe? Pues en este caso la avispa de AnalistasPadel la encontraremos en el Caribe también, pero esta vez en el Barceló Bávaro Beach, en plena República Dominicana. Un paraíso para los españoles que solemos pasar una semanita en esos lares donde el tiempo se pausa. Vamos a la playa, con mucha calma, como decía Pedro Capó.

Y si no sois mucho de arena y snorkel, siempre podéis gastar un poquito más y lanzaros a la aventura nipona. En Japón os espera el Pádel Kobe Plus. Rodeado de las maravillas asiáticas milenarias. Mucho sushi y un rato de pádel entre amantes de nuestro deporte.

Uno de los países donde ha llegado nuestro imparable lifestyle es Sudáfrica. El Pearl Valley Hotel con el sello de calidad de Mantis está situado en pleno campo de golf y tiene pistas de tenis y de pádel. El lugar es impresionante y envuelto de naturaleza. Sin duda sería el preferido para mi mujer. Y sin duda yo dejaría a los niños en casa con las abuelas y me dedicaría a mí mismo unos días en semejante paraje.

Muchos países del mundo albergan ya hoteles con pistas de pádel. Brasil, Arabia Saudí, Egipto, Tailandia, China, Australia o Bahamas. Pero os voy a recomendar uno que, personalmente, he tenido la suerte de disfrutar.

Se llama Emerald Maldives Resort & Spa. Y sí, es el mejor sitio de lujo donde al menos una vez en la vida todo el mundo debería pisar. Ver las estrellas en la playa desierta, solo para ti y tus pies descalzos sobre esa arena fina y cálida es algo que tus sentidos recordarán mientras vivas. Tienes comidas de todo el mundo en varios restaurantes buffet en el pequeño atolón. Diversas actividades acuáticas diarias como el submarinismo en corales repletos de peces de colores que sólo has visto en los documentales de La 2. La water village es esa habitación en forma de cabaña que está encima del agua. Y que normalmente tiene un jacuzzi de cara al mar.

Comparto un secreto, si queréis ir a mitad de precio hay un operador español directo con Maldivas. Arena Tours. Por la mitad de precio alcanzarás ese viaje soñado y no tendrás que empeñar un órgano en el mercado negro.

Ya veis, si no teníais claro dónde escapar este verano, en un artículo os he dejado los mejores destinos de pádel holidays que un buen padelero puede soñar. Espero que si vais a alguno de estos destinos os acordéis de mí. Una simple postal a la redacción ya me vale.